(INICIO PARA UNA CRÍTICA AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA EN LA RED)
Y aconteció que por fin pude leerlo. Debo reconocer que por años había escuchado como sagrada definición aquello de “cómo dice Fernando Flores: una empresa son conversaciones para coordinar acciones” y obnubilado por el encanto de tan magistral expresión no me había dado a la tarea de rastrear su origen. Pues buen, fue para mi mayor vergüenza el tener en mis manos la fuente de tamaña idea, un pequeño libro de escasas cien páginas en el cual el autor resume la esencia de su pensamiento, el mismo que le valió su tesis doctoral en la Universidad de Berkeley. Si bien el libro puede ser pequeño en volumen es complejo en alcance, téngase en cuenta que el autor es un ingeniero, doctor en filosofía del lenguaje y filosofía de la ciencia, que además escribe pensando en el fundamento de una metafísica descriptiva aplicable a la administración de las organizaciones.
Aunque el texto no se hizo pensando en la Internet da pistas para pensar en esta red de redes en clave de empresa, pues ¿no es acaso Internet la mayor empresa en términos de redes de conversaciones? Siguiendo este rastro habría varias cosas por decir.
Fernando Flores parte del siguiente presupuesto:
"usamos el término “empresa” para denominar cualquier organización que está interesada en la sobrevivencia y en la autonomía".Ahora bien, habría que decir que es una definición demasiado organicista pues inclusive se podrían encontrar estas características en cualquier organismo biológico. En ese sentido considero que una definición más precisa sería que una empresa es una organización interesada en su supervivencia pero mediante la optimización o el aprovechamiento de recursos humanos, tecnológicos y económicos.
Otro aspecto a tomar en consideración sería si acaso el modelo de empresa en red se basa en la autonomía, pues creo que sería mejor decir que el modelo de empresa en red se basa en la integración. Sobre el supuesto que una red es más fuerte cuantos más nodos tenga y cuantos más nodos comparta con otras redes, así que el concepto de autonomía tiende a desdibujarse para dar peso al concepto de recursos compartidos. Creo que el concepto de empresa en red tiene que ver menos con la autonomía como independencia y en su lugar propongo el siguiente neologismo: la internomía para significar una forma de interdependencia en red.
Creo que cuando el profesor Flores hizo su definición estaba pensando en las empresas del siglo XX, pues las empresas del siglo XXI según lo hemos visto en lo corrido del siglo basan su supervivencia no el la autonomía sino en la internomía, que es en cierta forma la pérdida de una supuesta autonomía absoluta. De hay que el concepto mismo de empresa tiende a redefinir a la empresa como un virtual, un intangible y que puede ser más móvil la empresa en una internomía: una empresa que se mueve según como se mueven los otros, en contraste con una supuesta empresa autónoma que se mueve al ritmo de sí misma. Así que una definición más acertada para dar cuenta de la empresa del siglo XXI sería entenderla como aquella que busca su organización para la supervivencia por medio de la internomía con su medio para el aprovechamiento de los recursos existentes. Así por ejemplo lo que nos da a entender Internet con su expansión y contracción, conexiones y desconexiones constantes de redes es que es más efectivo en un mundo de redes la internomía que la autonomía en el afán de supervivencia.
Esto lleva a reflexionar en un cambio en el modelo operativo de la empresa y a pensar en la empresa no como un ente en sí misma, sino en una coproducción con su medio circundante. Esto además explicaría la tendencia a las fusiones y replicaciones que vemos hoy en día en las empresas, punto crítico de la teoría del profesor Flores como quiera que en su libro pretende caracterizar la empresa del futuro, tómese en cuanta que lleva el título de “Inventando la empresa del siglo XXI”.
Es decir mi planteamiento central es que la empresa del siglo XXI estará más definida por la internomía, por su habilidad para relacionarse, replicarse y fusionarse con otras empresas y su entorno, en lugar de por su autonomía o independencia. Es posible que el modelo de empresa autónoma explique la relativa longevidad de las empresas del siglo XX, en el sentido en que su sobrevivencia era una lucha por preservar su autonomía. El nuevo modelo de empresa para el siglo XXI funciona como el modelo de empresa Internet, si tomamos en consideración este punto de partida podremos entender la relativa corta duración de este tipo de empresas, pues su supervivencia no tiene que ver tanto con su autonomía como sí con la forma como se integran a una red, proceso en el cual inclusive pueden perder su autonomía relativa para ganan en internomía, en integración en redes. La clave de la supervivencia no está en la autonomía sino en la internomía, en la habilidad para estar reconstruyendo la empresa o el negocio con base en el establecimiento de redes de relaciones según las necesidades y circunstancias. La internomía también la entiendo como la habilidad para influir en la red, darle forma y ser sensible a sus cambios. También tiene que ver con el hecho de que las empresas se construyen y reconstituyen sus productos a partir de relaciones cercanas con sus clientes, proveedores y comunidad, en tal sentido estos ayudan a definir la razón de ser de la empresa y la definición de lo que la misma es, produce o hace. Si observamos la empresa desde la internomía entenderemos la coproducción y por qué el trabajo de producción es cada vez más una coproducción con clientes, proveedores y comunidades que interactuán como redes.